El relato lo constituyen una serie de episodios que tan sólo se relacionan a través de los dos personajes centrales, Ascilto y Encolpio, verdaderos Cástor y Pólux, o pares de opuestos, cuyo destino se resolverá con la muerte de uno para constituir el otro un “ser completo”, parábola perfecta de la búsqueda interior y de las contradicciones de la personalidad.