Fruto del amor de un palestino y una española. Hasta el momento, Marwan ha cosechado éxitos insospechados en las salas de toda España y medio mundo. ¿Qué tiene la música de autor, y más concretamente Marwan, para llenar salas de cualquier ciudad sin recurrir al marketing, la publicidad y las grandes discográficas? Sin llegar a desvelar del todo el misterio de esta magia, el cantautor aventura una hipótesis: “Cuando la gente se identifica con lo que cantas, lo personal pasa a la dimensión de lo universal…”. Todo es boca a boca y un poquito de ayuda de las herramientas de Internet.
Un libro que es una reivindicación de los amores pasionales y de la belleza, pero también una autor reivindicación poética, mundo en el que Marwán se siente un apátrida al no reconocerse dentro de ninguna tradición. De todos sus poemarios es el más rebelde, tanto en su manera de subrayar el frenesí amoroso y la locura del poeta como en la búsqueda de no encajar en ningún molde, ni siquiera en los suyos propios. Poesía a contracorriente, que es lo que siempre ha hecho Marwán desde que capitalizó el cambio que en los últimos años vivió el mundo poético y del que hoy nos trae su cuarto libro. Amores que caminan por el angosto filo de la insensatez y no acatan las normas, legiones de sentimientos, delitos que se cometen a espaldas de la rutina, sonetos, aforismos, reflexiones en torno al quehacer poético, el vuelo de un poeta llamado Ícaro. Eso es este libro.
El mundo es demasiado bonito y demasiado feo como para no contarlo. A partir de este momento estos poemas no son míos. Son del que al leerlos los interpreta bajo su mirada personal. Sería maravilloso que estas páginas te recordaran a alguien, te golpearan ligeramente las entrañas o simplemente te trajeran alegría por un instante. Gracias por tu compañía.