«Este libro es como un relámpago en un cielo claro. Decir que la novela heroica, espléndida, elocuente y desinhibida, ha retornado de pronto en una época de un antirromanticismo casi patológico, sería inadecuado. Para quienes vivimos en esa extraña época, el retorno —y el alivio que nos trae— es sin duda lo más importante. Pero para la historia misma de la novela —una historia que se remonta a la Odisea y a antes de la Odisea— no es un retorno, sino un paso adelante o una revolución: la conquista de un territorio nuevo.» —C.S. Lewis, Time & Tide, 1954
La misión parece abocada al fracaso pero la aventura continua…
La Compañía se ha disuelto y sus integrantes emprenden caminos separados. Frodo y Sam continúan solos su viaje a lo largo del río Anduin, perseguidos por la sombra misteriosa de un ser extraño que también ambiciona la posesión del Anillo. Mientras, hombres, elfos y enanos se preparan para la batalla final contra las fuerzas del Señor del Mal.
En la adormecida e idílica Comarca, un joven hobbit recibe un encargo: custodiar el Anillo Único y emprender el viaje para su destrucción en la Grieta del Destino. Acompañado por magos, hombres, elfos y enanos, atravesará la Tierra Media y se internará en las sombras de Mordor, perseguido siempre por las huestes de Sauron, el Señor Oscuro, dispuesto a recuperar su creación para establecer el dominio definitivo del Mal.
Hace muchos años, Tolkien compuso su propia versión, que se publica ahora por primera vez, de la gran leyenda de la antigüedad nórdica, en dos poemas relacionados entre sí a los que dio los títulos de La nueva balada de los völsungos y La nueva balada de Gudrún.En La balada de los völsungos se relata la historia del gran héroe Sigurd, el cazador del más célebre de los dragones, Fáfnir, de cuyo tesoro se apoderó; del despertar de la valquiria Brynhild, que dormía rodeada por un muro
de fuego, y de sus esponsales; y de su llegada a la corte de los grandes príncipes a quienes llamaban los niflungos (o nibelungos), de quienes se convirtió en hermano de sangre. En esta corte nació un gran amor, pero también un gran odio, alimentado por el poder de la hechicera, madre de los nibelungos, iniciada en las artes de la magia, de las transformaciones y de las pociones de olvido.
Smaug parecía profundamente dormido cuando Bilbo lo espió una vez más desde la entrada… ¡pero fingía!, vigilaba atento el túnel. Arrancado de su cómodo agujero-hobbit por Gandalf y una banda de enanos, Bilbo se ve de pronto envuelto en una conspiración para arrebatar el tesoro de Smaug el Magnífico, un dragón colosal y peligrosísimo.
El relato de Beren y Lúthien, pieza fundamental en la evolución de El Silmarillion, narra el amor imposible entre un hombre mortal, Beren, y una elfa inmortal, Lúthien. Tras regresar de la batalla del Somme en 1916, Tolkien escribió esta historia donde el padre de Lúthien, un poderoso señor elfo, impone a Beren una tarea casi imposible para poder casarse con su hija: robar un Silmaril al temible Morgoth, el Enemigo Oscuro. Esta leyenda épica marca el corazón de los mitos de la Primera Edad del Mundo, mostrando la lucha heroica de dos amantes contra el destino y la oscuridad misma.
La traducción de Beowulf de J.R.R. Tolkien, acabada en 1926, fue un trabajo temprano de carácter muy peculiar. Sin embargo, contiene elementos que después Tolkien usaría en sus obras de la Tierra Media, como el dragón, que presagia al Smaug de El Hobbit. A partir de la atención que Tolkien presta al detalle se hace patente el sentido de la inmediatez y claridad de su visión. Es como si entrara en el pasado imaginado, y se irguiera junto a Beowulf y sus hombres cuando sacuden sus cotas de malla al asegurar su nave en la playa de la costa de Dinamarca, escuchara la creciente cólera de Beowulf por las provocaciones de Unferth, o mirara con asombro la terrible mano de Grendel colgada del techo de Heorot.