En esta nueva entrega J. J. Benítez, adentrará en capítulos que fueron sospechosamente silenciados por los evangelistas. Apariciones de Jesús de Nazaret tras su resurrección, primer cisma entre los discípulos, análisis del ADN… Un libro duro, valiente y tierno en el que el Hijo del Hombre aparece de nuevo, fascinando con sus palabras y su irresistible humanidad.
Nahum -la ciudad de Jesús- abre una nueva etapa en la serie Caballo de Troya. En esta séptima entrega del mayor norteamericano que viajó a la Palestina del siglo I todo cambia i nada de lo que se considera oficial y ortodoxo guarda relación con lo escrito.
“Si no es fácil describir los siete anteriores volúmenes de la serie Caballo de Troya, la octava entrega?Jordán?supera todo lo imaginable. No se esfuerce. Su imaginación se quedará corta. En?Jordán, usted quedará atrapado, y arrastrado por las sorpresas. Nadie, hasta hoy, ha narrado con tanto detenimiento el supuesto bautismo de Jesús de Nazaret. Nadie se había atrevido a relatar, con semejante crudeza, lo que pudo ocurrir en aquella histórica jornada, en uno de los afluentes del río Jordán. ¿Sabía que el Maestro nunca se retiró al desierto, y que no fue tentado por el diablo? Nunca, tanto, le parecerá tan poco.Se licenció en Periodismo en la Universidad de Navarra. Era una persona normal (según sus propias palabras) hasta que en 1972 el Destino (con mayúsculas, según él) le salió al encuentro, y se especializó en la investigación de enigmas y misterios. Ha publicado cincuenta libros.”
El mayor de la USAF reconstruye una de las más oscuras y fascinantes etapas del que fue carpintero, jefe de un almacén de aprovisionamiento de caravanas, maestro, forjador e impenitente viajero. Todo un período -de los catorce a los veintiséis años- decisivo para comprender en su justa medida la experiencia humana del Hijo de Dios.
En esta tercera parte del diario del mayor norteamericano que “viajó” a la Palestina del siglo I, el lector, entre otras fascinantes sorpresas, encontrará la respuesta a una de las grandes incógnitas de la vida del Hijo del Hombre: su infancia. “Algo” que los evangelistas silenciaron, privándonos de una perspectiva más auténtica sobre la más grande figura de la historia. Nadie, hasta hoy, había tenido la audacia suficiente para atreverse a narrar, paso a paso, cómo fueron esos primeros años de la encarnación humana del Hijo de Dios. Una vida tan inquietante, alegre, dolorosa e intensa como la de millones de seres humanos.