La poesía de Gioconda Belli (Managua, 1948) lo tiene todo: emoción, sensualidad, compromiso, ironía…, y nada de ello falta en este nuevo libro. Sus versos, profundos y sugerentes, se leen como si pudieran tocarse con las manos y su infatigable militancia en el feminismo, «si eres una mujer fuerte / prepárate para la batalla, / ampara, pero ampárate primero», o su defensa de las personas que sufren la injusticia, esas que saben que «nada de lo que digan será usado a su favor», los llenan de sentido. El pez rojo que nada en el pecho es también una radiografía de la pareja, pero no idealizada como «la isla que jamás tocarán los huracanes», sino entendida como un trabajo de dos, una conquista diaria.
Gioconda Belli selecciona en este libro los mejores poemas de su amplia producción poética. Una celebración de la palabra poética y un muestrario vibrante de la vitalidad artística de la autora, de su búsqueda incesante de la identidad femenina y latinoamericana.
Tras Dedicarse Por Entero A Formar Una Familia, Dejando Atrás Proyectos Profesionales, Emma Llega A La Madurez De Sus Cuarenta Y Ocho Años. Sus Dos Hijos Ya Se Han Marchado De Casa Y La Relación Con Su Marido Ha Perdido El Encanto De Los Primeros Años. Cuando Su Cuerpo De Mujer Atractiva Y Sensual Muestra Los Primeros Signos De Cambio, Emma Se Angustia Y Teme Perder Los Atributos De Su Feminidad. En Medio De Una Vorágine De Pensamientos Negativos, Un Hecho Fortuito La Lleva A Entrar En Contacto Con Una Realidad Ajena A La Suya.
En La Avanzada Juventud
Siguiendo El Curso Del Río, Internándose En La Selva, Dos Jóvenes Emprenden Un Viaje Para Encontrar Waslala, El Paraíso En Cuya Búsqueda Se Perdieron Los Padres De Melisandra, Un Lugar Utópico Y Legendario Que Parece Haberse Esfumado, Dejando Tan Sólo La Huella De Un Ideal Imposible, Un Sueño Maravilloso Grabado En El Recuerdo De Unos Pocos.