Desde Los Días De Hernán Cortés Han Circulado Rumores Sobre Una Ciudad Perdida Con Inmensas Riquezas Escondida En Alguna Parte De Honduras, Llamada La Ciudad Blanca O La Ciudad Perdida Del Dios Mono. Los Pueblos Indígenas Hablan De Ancestros Que Huyeron A Ese Lugar Para Escapar De Los Conquistadores Españoles, Y Advierten Que Cualquiera Que Entre A Esta Ciudad Sagrada Enfermará Y Morirá. En 1940, El Periodista Estadounidense Theodore Morde Regresó De La Selva Con Cientos De Objetos Antiguos, Asegurando Haber Encontrado La Ciudad Blanca. Sin Embargo, Se Suicidó Sin Revelar Su Ubicación.