La carretera, novela galardonada con el premio Pulitzer 2007 y bestseller literario del año en Estados Unidos, transcurre en la inmensidad del territorio norteamericano, un paisaje literalmente quemado por lo que parece haber sido un reciente holocausto nuclear. Un padre trata de salvar a su hijo emprendiendo un viaje con él. Rodeados de un terreno baldío, amenazados por bandas de caníbales, empujando un carrito de supermercado donde guardan sus escasas pertenencias, recorren los lugares donde el padre pasó una infancia recordada a veces en forma de breves bocetos del paraíso perdido, y avanzan hacia el sur, hacia el mar, huyendo de un frío «capaz de romper las rocas».
El pasajero 1980, Mississippi. Bobby Western se sumerge en el mar del golfo de México con su traje de neopreno e ilumina un avión hundido con la linterna de buceo: hay nueve cuerpos con el cinturón de seguridad aún abrochado. Faltan la caja negra y el décimo pasajero. Pero ¿cómo es posible? Testigo colateral de maquinaciones que solo pueden perjudicarle, Bobby se ve ensombrecido en cuerpo y espíritu por hombres con placa, por el fantasma de su padre (uno de los inventores de la bomba de Hiroshima) y por su hermana, el amor y la ruina de su alma. El pasajero es una sobrecogedora novela sobre la moralidad y la ciencia, el legado del pecado y la locura que se aloja en la conciencia humana. Stella Maris 1972, Wisconsin. Alicia Western, de veinte años, ingresa en un hospital psiquiátrico por propia voluntad y con cuarenta mil dólares en su bolso. Doctoranda en Matemáticas, a Alicia le han diagnosticado esquizofrenia paranoide y no quiere hablar de su hermano Bobby.