El joven Lorenzo sueña que es un antiguo soldado griego amante de la magia al que se aparece en sueños Polemón, compañero de armas que le salvó la vida en una batalla. Este le describe las terribles pesadillas que le ocasiona Smarra, un siniestro vampiro de los sueños, «un monstruo sin color ni forma, que brinca y aúlla» y disfruta atormentando a los durmientes.