Los humanos sólo existen ya para servir al Estado. Son concebidos en Palacios de Procreación controlados y mueren en el Hogar de los Inútiles. Desde la cuna hasta la tumba, la multitud es únicamente el gran NOSOTROS.En una oscura época futura, eso es lo que queda de la humanidad. El amor, la ciencia o la civilización han desaparecido. Pero en ese espectro de colectividad, en el que la sociedad ha aniquilado por completo al individuo, vive el único hombre que se atreve a pensar, a buscar y a amar. El único que tiene la valentía de perseguir y alcanzar el conocimiento, querer a la mujer que desea y desafiar a la masa informe y sometida. Será perseguido por su osadía, porque ha cometido el pecado más imperdonable. Ha redescubierto una palabra perdida y sagrada: Yo.
La filosofía no es un pasatiempo para adolescentes taciturnos ni para intelectuales que viven en su torre de marfil. Es una disciplina que aborda las cuestiones más importantes de la vida humana. ¿Cómo queremos que sea el mundo en el que vivimos? ¿Cómo podemos distinguir el conocimiento del engaño? ¿Qué es bueno y qué es malo?En estos ensayos inéditos en castellano, que Ayn Rand escribió en los años posteriores a la publicación de La rebelión de Atlas, la novelista y filósofa encaró la raíz de algunas de sus principales preocupaciones: el poder para cambiar las cosas, la distinción entre el egoísmo racional y el ego caprichoso, la censura o la distinción entre el mundo natural y los logros construidos por el hombre.