Aunque seamos siempre jóvenes de corazón, envejecemos. Todo sigue el flujo natural del paso del tiempo: fuimos niños jugando en el parque, seremos ancianos tomando una taza de café… y en medio se extiende un puente de experiencias, de corazones rotos y lecciones que nos han convertido en las personas que hoy y somos en llegar a ser mañana.
Este es un libro narrado por una voz que reflexiona sobre las diferentes etapas y vivencias que nos contamos a través de las estaciones de la vida. En A la vida, ganas; a los sueños, ay, Alejandro Ordóñez nos llevará de la mano por la primavera de los posibilidades y el ardor de la adolescencia, por el verano de la plenitud y el encuentro con el amor… hasta el otoño de los desafíos y la estabilidad y el invierno del camino del camino y las pasadas oportunidades.
El amor es un camino que se nos revela sin esperarlo. En este libro, Alejandro Ordóñez nos muestra las profundidades de cada una de las fases de una relación: desde el primer destello de posibilidad hasta la “estabilidad romántica”, explorando también qué sucede cuando una relación no puede dar más de sí y se decide separar los caminos, sin perder la fe en que llegará la persona correcta. En Nunca dejes de creer en el amor descubriremos, a través del característico estilo de prosa poética del autor, cómo este sentimiento, tan persistente, se abre paso a través de la reticencia y el dolor de cicatrices viejas para encontrar un nuevo corazón donde anidar y, quizá, madurar y nos permite saber que si ese corazón no se logra convertir en un buen puerto, hay paz en dejarlo ir para seguir esa búsqueda en otro lugar. Lleno de optimismo y confianza, Alejandro Ordóñez nos muestra que, lo estemos buscando o no, el amor siempre encuentra la manera de entrar en nuestras vidas, ya sea en una mirada pasajera o en un encuentro fortuito. Estar abiertos a él es siempre el primer paso.
Con un estilo muy particular, Alejandro Ordóñez presenta las tres facetas del enamoramiento a partir del dolor: amor, desamor y amor propio, y sumerge al lector en un proceso de reconstrucción emocional. Cuando algo tan fuerte se rompe dentro de uno, ni siquiera las mejores palabras de consuelo logran pegar los trozos de un corazón desecho, y hay que ir al fondo de la herida para entender qué pasó, por qué duele tanto, cómo será posible volver a creer que llegarán los días soleados después de las tormentas. Nadie sale ileso del amor es un libro íntimo y a la vez universal, cuya lectura nos lleva a subir los peldaños del amor propio para reconocer que la vida es un campo de batalla en el que se puede perder o ganar de distintas maneras, y la lucha consiste en arriesgarlo todo.